Carter admite que conocen cómo recortar $6.000 millones, pero no dirán cómo: "Nos paralizan el país"

Carter admite que conocen cómo recortar $6.000 millones, pero no dirán cómo: "Nos paralizan el país"

diciembre 15, 2025 publicado por Susana Fuentes Avellaneda

El senador electo Rodolfo Carter no solo admitió que sabe exactamente cómo recortar $6.000 millones del presupuesto chileno: también confesó que no lo dirá, porque "si lo decimos, vamos a tener la calle incendiada". Esas palabras, dichas en octubre de 2025 durante una entrevista con el periodista Juan José Lavín en el programa "Todo va a estar bien" del canal Vía X, volvieron a explotar en las redes sociales apenas días antes de la segunda vuelta electoral del 14 de diciembre de 2025Chile. Y no fue un comentario casual. Fue una estrategia deliberada, validada por su jefe: José Antonio Kast.

"No lo decimos porque nos paralizan el país"

Carter, exalcalde de La Florida y ahora senador por La Araucanía, explicó con frialdad técnica que los $6.000 millones se dividen en tres bloques de $2.000 millones cada uno. Uno de ellos, dijo, corresponde a recortes directos en programas estatales. "Evidentemente, no vamos a decir cuáles", afirmó. Porque, según él, revelarlos provocaría una reacción inmediata: protestas masivas, bloqueos, paralización total. "Si dices 'termino con el programa X', la calle se incendia". No es una metáfora. Es un cálculo político. Un cálculo que, según él, no tiene alternativa: "Si no hacemos este recorte, no tenemos ninguna posibilidad de volver a crecer como país".

Kast respalda el silencio

El 11 de diciembre de 2025, mientras recorría La Araucanía, José Antonio Kast subió al escenario y reafirmó lo dicho por su vocero. "No daremos los detalles hasta el 11 de marzo de 2026", anunció, refiriéndose a la fecha en que, si gana, asumirá en La Moneda. Su justificación fue clara: desconfianza. "La izquierda ha tomado decisiones perjudiciales", dijo, apuntando al gobierno actual como responsable de la crisis fiscal. En su lógica, entregar los detalles ahora sería entregar munición a sus adversarios. Que se queden con la duda. Que se agoten en especulaciones. Que no se movilicen. El silencio, en este caso, no es ausencia de plan: es un arma.

"Si no dicen lo que harán, es porque daña a la gente"

La reacción de Jeannette Jara, candidata del pacto Unidad por Chile, fue contundente. En su cuenta de X (Twitter), publicó un mensaje que se volvió viral: "El vocero de @joseantoniokast admite que sabe cómo y de dónde recortarán los $6.000 millones de dólares del presupuesto estatal, pero no quieren decirlo porque 'el país se paralizaría' y 'la calle se incendiaría'. Si no dicen lo que harán es porque daña a la gente. Este domingo, vota pensando en el futuro. Cuidemos nuestro país". El mensaje, simple y directo, resonó en barrios populares, universidades y sindicatos. No era un discurso técnico. Era un grito de alerta. Y funcionó. Se compartió más de 800.000 veces en 48 horas.

El silencio como estrategia política

Analistas como María José Lira, profesora de Ciencia Política en la Universidad de Chile, señalaron que esta táctica no es nueva, pero sí extremadamente peligrosa. "En democracias consolidadas, los recortes se discuten, se negocian, se justifican. Aquí se ocultan para evitar el conflicto. Pero el conflicto no desaparece: solo se pospone", explicó en una entrevista con Bio Bio Chile. El 12 de diciembre, El Desconcierto publicó que expertos en finanzas públicas habían pedido, sin éxito, una lista de programas afectados. Ningún miembro del comando de Kast respondió. El silencio era absoluto.

La paradoja es brutal: mientras el comando de Kast promete orden fiscal y disciplina económica, su método es el opuesto: opacidad. No hay auditoría previa, no hay debate, no hay transparencia. Solo una promesa: "Confíen en nosotros. Lo haremos bien. Pero no les diremos cómo". Es como si un cirujano dijera: "Voy a operarte, pero no te diré qué órgano tocaré. Confía en mí".

¿Qué pasa si Kast gana?

¿Qué pasa si Kast gana?

Si José Antonio Kast gana el 14 de diciembre, el 11 de marzo de 2026 presentará su plan. Pero para entonces, ya habrá pasado el momento de reacción. Ya habrá asumido. Ya tendrá el poder. Y si las protestas llegan, las responderá con autoridad. La estrategia, entonces, es clara: ganar primero. Luego, imponer. Sin debate. Sin rendición de cuentas previa. En el mundo real, eso no se llama reforma. Se llama golpe de Estado fiscal.

El costo social no está en los números

Los $6.000 millones son una cifra abstracta. Pero detrás de cada millón hay escuelas sin libros, hospitales sin medicamentos, pensiones congeladas, becas eliminadas. Carter no dijo qué programas se cortarán. Pero en Chile, ya sabemos qué se sacrifica siempre: lo público, lo vulnerable, lo que no tiene voz. El silencio no protege la estabilidad. Lo que protege es el poder.

Frequently Asked Questions

¿Por qué no revelan los detalles del recorte antes de las elecciones?

El comando de Kast argumenta que revelar los detalles provocaría protestas masivas que paralizarían el país y afectarían su elección. Pero en la práctica, es una estrategia para evitar escrutinio antes de asumir el poder. Si ganan, presentarán el plan el 11 de marzo de 2026, cuando ya no habrá elecciones que temer.

¿Qué programas se sospecha que podrían recortarse?

Aunque no se ha confirmado, expertos señalan que los recortes más probables afectarían a programas sociales como el Ingreso Ético Familiar, becas de educación superior, subsidios a vivienda y fondos para salud mental. En regiones como La Araucanía, donde Carter es senador, se teme por recortes en programas de desarrollo indígena y seguridad alimentaria.

¿Es legal ocultar un plan fiscal antes de una elección?

No hay ley que prohíba ocultar detalles de un plan fiscal, pero sí existe un principio democrático fundamental: transparencia en la gestión pública. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que el derecho a la información es clave para votar con conciencia. Ocultar el impacto real de una propuesta es una forma de manipulación electoral.

¿Cómo reaccionaron los expertos económicos?

La mayoría de economistas independientes, incluidos exministros del Banco Central, calificaron la estrategia como irresponsable. Sin conocer qué se recorta, no se puede evaluar si el plan es sostenible o si generará una recesión más profunda. La falta de datos impide cualquier análisis riguroso, lo que debilita la credibilidad del plan.

¿Qué pasa si pierde Kast? ¿Se revelarán los recortes?

No. El comando de Kast ha dejado claro que el plan solo se hará público si asumen el poder. Si pierden, los detalles se enterrarán con su campaña. Esto significa que los $6.000 millones no son un plan de gobierno, sino una herramienta de campaña: útil mientras sirve, descartable si no gana.

¿Por qué esta polémica ha movilizado tanto a la opinión pública?

Porque toca una herida abierta: la desconfianza en la política. Los chilenos ya han vivido promesas incumplidas y recortes ocultos que afectaron sus vidas. Esta vez, no solo se trata de recortes: se trata de una candidatura que admite que su plan daña, pero que lo oculta para ganar. Eso no es política: es una traición a la democracia.