La Copa Sudamericana 2025 ya está en la recta final. Con la fase de cuartos concluida, los cuatro equipos que disputarán las semifinales están casi definidos y el calendario de partidos ya está listo para el público sudamericano.
Calendario y formato de las semifinales
Los duelos de semifinal se dividirán en ida y vuelta, siguiendo el tradicional esquema de eliminación directa. La primera jornada se jugará entre el 21 y el 23 de octubre de 2025, mientras que la vuelta tendrá lugar del 28 al 30 del mismo mes. Cada enfrentamiento se decidirá por el marcador global; en caso de empate, se aplicará la regla del gol de visitante y, si persiste la igualdad, la definición será mediante penales.
Los ganadores de estas series avanzarán directamente a la final, que está programada para el 22 de noviembre de 2025. Originalmente se había previsto como escenario el Estadio Ramón Tahuichi Aguilera en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, pero CONMEBOL anunció el 11 de septiembre que la sede se trasladará a Asunción, Paraguay, debido a retrasos en la obra del estadio boliviano.
Equipos clasificados y caminos al último peldaño
Lanús quedó como el primer clasificado tras superar a Fluminense (Brasil) en cuartos. El argentino impuso su dominio con una victoria 1‑0 en la ida y empató 1‑1 en la vuelta, logrando un global de 2‑1. El desempeño defensivo de Lanús en el segundo partido fue clave para mantener la ventaja y asegurar su posición en la fase de semifinales.
Por su parte, Atlético Mineiro se alzó con la victoria sobre Bolívar (Bolivia) al lograr un marcador global de 3‑2. Después de un empate 2‑2 en la primera fecha, el club brasileño consiguió un gol decisivo en la segunda parte, cerrando el enfrentamiento 1‑0 y garantizando su pase a la etapa decisiva.
El tercer clasificado, Independiente del Valle, protagonizó una de las remontadas más emocionantes del torneo. Tras perder 0‑2 en el partido de ida contra Once Caldas (Colombia), el equipo ecuatoriano respondió con una victoria idéntica 2‑0 en la vuelta, dejando el global 2‑2. La definición llegó a los tiros desde los once, donde Independiente del Valle se impuso 5‑4, asegurando su plaza en semifinal.
El cuarto puesto aún está pendiente. El duelo entre Universidad de Chile y Alianza Lima quedó en empate 0‑0 tras la ida disputada el 19 de septiembre. La revancha, programada para el 26 de septiembre en el Estadio Francisco Sánchez Rumoroso de Coquimbo, definirá al último semifinalista. Ambos equipos han mostrado solidez defensiva, por lo que la segunda fecha promete ser muy disputada.
Una vez concluida la eliminatoria de cuartos, los emparejamientos de semifinal quedarán definidos de la siguiente manera: el ganador del enfrentamiento Universidad de Chile vs Alianza Lima se medirá contra Lanús, mientras que Independiente del Valle se enfrentará a Atlético Mineiro. Estas confrontaciones abrirán la puerta a la final, que reunirá a los dos equipos que superen estas pruebas.
El torneo se ha desarrollado siguiendo el calendario previsto desde el inicio del año: la fase de grupos finalizó en mayo, seguida por los play‑offs de octavos en julio, la ronda de 16 en agosto y los cuartos en septiembre. En total, 24 equipos han competido en la etapa final, representando la diversidad y el nivel competitivo del fútbol sudamericano.
Los aficionados ya comienzan a planear sus viajes para seguir de cerca los encuentros decisivos, tanto en los estadios como a través de las transmisiones internacionales. Con la adrenalina al máximo y las sedes definidas, la Copa Sudamericana 2025 se prepara para cerrar su campaña con un espectáculo que promete emociones hasta el último minuto.
Comentarios
Me encanta cómo se ha mantenido el nivel competitivo esta edición. Independiente del Valle con esa remontada fue puro corazón, y Lanús demostró que el fútbol no siempre se gana con golazos, sino con disciplina y cabeza fría. Ya estoy contando los días para la ida de semifinales.
Es raro ver a Bolivia fuera de la final, pero bueno, al menos Paraguay nos va a dar un escenario con buena vibra y menos polvo que Santa Cruz.
¡Vamos por el título, Sudamérica!
La Copa Sudamericana siempre tiene ese sabor más auténtico, sin tanta maquinaria mediática. ¿Sabes qué me gusta? Que los equipos pequeños todavía tienen chance de hacer historia.
Independiente del Valle no solo ganó, hizo poesía futbolística con ese 2-0 en la vuelta. Fue como ver a un poeta que recita en medio de un huracán.
Y ojo, que el cambio de sede a Asunción... es como si el fútbol sudamericano decidiera abrazar su alma más profunda. Paraguay, con su gente y su calor, es el lugar perfecto para cerrar esto.
¡Qué lindo sería que el campeón sea un equipo que no tenga millonarios en su nómina!
Lo que más me conmueve de este torneo es la resistencia de los equipos que no tienen presupuesto. No es solo fútbol, es supervivencia. Cada gol de Independiente del Valle fue un acto de dignidad.
Y no es casualidad que los partidos más intensos hayan sido los que se jugaron con el estadio casi vacío, sin flashes, sin cámaras encima. Ahí se juega el alma del fútbol sudamericano.
Siempre digo: no necesitamos más estadios de lujo. Necesitamos más canchas de barrio con luz de calle y hinchas que canten sin miedo.
Que gane quien merezca, pero que no se olvide quién es el verdadero dueño de este torneo: el hincha que viaja tres días en colectivo para ver un partido.
¿Lanús? O sea, ¿el equipo que no ganó ni un título importante en 20 años y ahora se cree el nuevo Real Madrid? Por favor. Atlético Mineiro es el único que tiene historia real en Sudamérica, y el resto son meros invitados a la fiesta.
Y ojo con ese tal Independiente del Valle... ¿otro ecuatoriano que se cree campeón por un penal en los penales? Ni siquiera tienen una cancha decente en Quito.
Si gana uno de esos, me retiro del fútbol. Porque esto ya no es deporte, es una lotería de clubes que no saben ni entrenar.
Ustedes no saben nada. La CONMEBOL ya decidió que va a ganar el chileno, por eso cambiaron la final a Paraguay. Porque en Chile no quieren que gane un equipo del sur, y en Bolivia no pueden con la corrupción. Asi que todo es un montaje.
Y si te fijas, el 0-0 entre Chile y Alianza? Fue arreglado. El árbitro era de Perú, y todos sabemos que los peruanos odian a los chilenos. Por eso no pitó el penal del 89.
La Copa Sudamericana es un juego de poder. El que gana no es el mejor, es el que tiene más amigos en la CONMEBOL.
Y ojo, que si gana Lanús, se va a caer el gobierno en Argentina. Ya lo vi en un foro de Brasil.
Me encanta ver cómo se unen los hinchas de distintos países en este torneo. No importa si es de Chile, Ecuador o Brasil, todos llevamos el mismo corazón cuando el balón rueda.
Y aunque no sea mi equipo, me emociono con cada esfuerzo. Porque detrás de cada jugador hay una historia de sacrificio.
Espero que quien gane, lo haga con humildad. Porque el fútbol no es solo ganar, es también respetar.
¿Saben qué es lo más hermoso de la Copa Sudamericana? Que no es un espectáculo corporativo, es un ritual. Cada partido es una ceremonia de identidad. Cuando Independiente del Valle empató 2-2 en la ida y luego ganó en la vuelta, no fue un partido, fue un acto de fe colectiva.
Y no es casualidad que el estadio de Asunción sea la sede final. Porque Paraguay es el alma del fútbol sudamericano: silencioso, fuerte, sin ruido, pero con una pasión que no se explica con estadísticas.
En el fútbol moderno, donde todo se mide en likes y transmisiones, este torneo sigue siendo un refugio de lo auténtico. No hay influencers, no hay patrocinios que dominen, solo el balón, el césped y el alma de quienes lo juegan.
Y cuando se defina el campeón, no será solo un título, será un testimonio de que aún existe el fútbol como un puente entre pueblos, no como una mercancía.
Espero que el ganador, cualquiera que sea, sepa que no ganó por dinero, sino por coraje. Porque en este torneo, el coraje es la única moneda que vale.
El partido entre Universidad de Chile y Alianza Lima va a ser un clásico de defensa. Ambos equipos tienen la mentalidad de no perder, no de ganar. Eso no es malo, es táctico. Pero en semifinales, el que no ataca, pierde.
Si yo fuera técnico de uno de ellos, pondría un delantero de contragolpe rápido, alguien que rompa líneas con un solo pase. El fútbol moderno ya no es de 4-4-2, es de 3-4-3 con presión alta.
Y ojo con la regla del gol de visitante: ya no existe, pero la mentalidad sigue. Los equipos siguen jugando con miedo al empate. Eso es lo que hay que cambiar.
La final no se juega en el estadio, se juega en la cabeza. El que tenga más claridad mental, gana.
Me encanta que después de tantos años, todavía haya equipos que juegan con orgullo y no con presupuesto. Independiente del Valle no tiene ni la mitad de recursos que Atlético Mineiro, pero tiene más corazón.
Y ojalá que quien gane, lo haga con humildad. Porque el fútbol no es para presumir, es para emocionar.
Ya me imagino a los hinchas de todos los equipos viajando, gritando, cantando. Eso es lo que realmente importa.
Claro, ahora dicen que el fútbol es puro corazón... pero no les cuento que la CONMEBOL tiene un contrato secreto con ESPN para que el ganador sea el que más transmite en EE.UU. ¿Creen que por casualidad cambiaron la final a Paraguay? Porque en Chile no se vende bien el fútbol de equipos que no tienen jugadores en Europa.
Y ojo con Lanús: ¿cómo diablos se clasificó si en la liga argentina está en la mitad de la tabla? Algo huele mal.
Todo esto es una farsa. El que gane, va a tener un patrocinador de EE.UU. detrás. Ya lo vi en 2018. La Copa Sudamericana es un show para que las televisoras ganen.
El único que tiene la mentalidad ganadora es Atlético Mineiro. Los demás son equipos que se defienden, no que atacan. Lanús no tiene un mediocentro que controle el ritmo. Independiente del Valle depende de un solo delantero. Universidad de Chile no tiene profundidad.
Y si el campeón no es el Atlético, entonces no hay justicia en el fútbol. Punto.
¿Alguien sabe si el árbitro de la final va a ser el mismo de la ida de Independiente vs Once Caldas? Porque si es así, me preocupa. Ese árbitro ya tuvo polémica en el Mundial Sub-20. ¿No hay un sistema de rotación en la CONMEBOL?