DGTL Santiago 2025: el festival de música electrónica vuelve a Espacio Riesco el 10 de mayo

DGTL Santiago 2025: el festival de música electrónica vuelve a Espacio Riesco el 10 de mayo

agosto 22, 2025 publicado por Susana Fuentes Avellaneda

Vuelve la electrónica de vanguardia: fecha, lugar y la promesa DGTL

Apunta la fecha: sábado 10 de mayo de 2025. Ese día, el complejo Espacio Riesco volverá a transformarse en un parque industrial de luces y bajos con el regreso de DGTL Santiago 2025. No es una cita cualquiera: el sello neerlandés, nacido en Ámsterdam en 2013, ha convertido su estética de naves, estructuras metálicas y visuales hipnóticas en una marca reconocible que ha recorrido ciudades como Barcelona, Madrid, São Paulo, Nueva York, Guadalajara o Lima.

La promesa es clara: una experiencia pensada para el clubber que disfruta tanto del sonido como del entorno. DGTL trabaja sus escenarios como instalaciones en sí mismas: arquitectura lumínica, pantallas modulares, máquinas de humo a ras de piso y una curaduría sonora que suele combinar nombres de referencia con apuestas emergentes. Todo eso, en un espacio que encaja con su carácter industrial, algo que Espacio Riesco permite explotar con libertad.

En sus giras, DGTL ha tejido una identidad que mezcla música electrónica y arte con un lenguaje visual coherente. La edición santiaguina seguirá esa línea: inmersión, ritmo constante y una producción que busca que cada zona —del main stage a los espacios secundarios— tenga personalidad propia. Si el patrón se mantiene, la circulación entre escenarios, pasillos y áreas de descanso formará parte de la experiencia, con transiciones marcadas por instalaciones y juegos de luz.

El cartel aún no está publicado, pero el historial del festival ayuda a perfilar expectativas: techno y house como columna vertebral; apariciones de live sets electrónicos con componentes analógicos; y un espacio para talentos locales que dialoguen con la narrativa global del evento. La mezcla suele buscar continuidad más que solo “hits”: bloques curados por momentos del día, crescendo medidos y cierres que apuestan por la densidad y el detalle.

¿Qué tipo de público convoca DGTL? Amantes del club de toda la vida, curiosos de gran formato y una comunidad que reconoce la marca por su estética. No compite por el gigantismo de los macrofestivales; su fuerza está en el diseño y la coherencia. Y eso, en la práctica, se traduce en una jornada que favorece la escucha, la pista y el fluir entre arte y sonido.

  • Cuándo: sábado 10 de mayo de 2025
  • Dónde: Espacio Riesco, Huechuraba
  • Formato: escenarios con estética industrial, instalaciones artísticas y visuales inmersivos
  • Cartel y horarios: por anunciar

Sostenibilidad, arte y logística: lo que se sabe y lo que falta por confirmar

DGTL no solo vende música; sostiene una hoja de ruta ambiental ambiciosa: ser 100% sostenible y circular. ¿Cómo se traduce esto en un festival? En sus distintas sedes, el equipo ha implementado medidas como vasos reutilizables con sistema de depósito, estaciones de clasificación de residuos con monitores, reducción drástica de plásticos de un solo uso, reuso de escenografías y fomento de proveedores locales para gastronomía. La meta no es cosmética: miden impactos y ajustan procesos edición tras edición.

En el plano energético, el festival internacional ha probado combinaciones que priorizan eficiencia: iluminación LED, optimización de tiempos de uso y, cuando es posible, integración de fuentes renovables de sus partners. No todas las ciudades permiten lo mismo, pero el enfoque de circularidad —pensar el evento como un sistema que diseña sus materiales para volver a usarse— se mantiene como regla.

La edición de Santiago se inserta en un calendario local donde la electrónica ya tiene espacios propios. DGTL aporta un enfoque curatorial que puede convivir con otras marcas del circuito sin pisarse: menos gigantismo, más dirección artística. En América Latina, el festival ha reforzado una red que conecta escenas: São Paulo y Lima han servido como estaciones de intercambio, y la parada en la capital chilena suele incorporar a DJs y VJs locales en diálogo con nombres internacionales.

¿Y las entradas? A la fecha, la organización no ha detallado preventas ni tramos de precios. Si se repite el esquema habitual, habrá etapas de venta escalonada (early bird, general y última llamada) y un sistema cashless para consumos dentro del recinto. Recomendación práctica: registrarse en las plataformas oficiales del festival y preparar una alerta, porque los primeros tramos suelen volar.

La logística también importa. Espacio Riesco ofrece amplias naves y zonas exteriores modulables, lo que ayuda a separar flujos de público, ubicar puntos de hidratación y mantener rutas claras hacia servicios y salidas. La organización suele reforzar señalética, disponer de puntos de reciclaje visibles y delimitar áreas de descanso para evitar saturaciones. Para el acceso, lo sensato es llegar con tiempo: los controles de seguridad y el canje de pulseras generan filas en las primeras horas.

Transporte y movilidad sostenible van de la mano con el espíritu DGTL. En otras ciudades, se han incentivado los traslados en transporte público y bicicletas con aparcabicis vigilados. En Santiago, lo esperable es que se habiliten zonas de descenso para aplicaciones de transporte y que se coordinen cierres parciales perimetrales, algo que reduce el tráfico directo al recinto. Llevar efectivo no suele ser necesario si el sistema cashless está activo, pero conviene revisar el anuncio oficial para confirmar.

Salud y seguridad: las producciones de este perfil integran protocolos de primeros auxilios, equipos de respuesta rápida y coordinación con servicios locales. Hidratación, pausas y respeto por los límites personales hacen la diferencia en una jornada larga. Si eres sensible a luces estroboscópicas o a altos niveles de presión sonora, tapones auditivos y planificación de descansos son aliados. La accesibilidad, cada vez más prioritaria en la industria, suele incluir rampas y baños adaptados; habrá que ver el mapa definitivo del recinto para validar recorridos.

Una última capa es el arte. DGTL acostumbra a invitar a artistas visuales y colectivos que trabajan con luz, proyección y piezas interactivas. No son decorado: condicionan el paso del público y marcan la narrativa del festival. Es parte de por qué esta marca ha calado en distintos países: no llega con un “copy-paste”, sino con una gramática adaptable a cada ciudad. Y ese enfoque, aplicado a las particularidades de Santiago, puede darle a esta edición un sello propio.

Faltan el line-up, los horarios por escenarios, los anuncios de arte y las condiciones de entrada. Pero el marco ya está: fecha, lugar y una producción conocida por su precisión. Para la escena electrónica chilena, es una buena noticia: una plataforma internacional que empuja estándares de sonido, diseño y sostenibilidad, y que invita a la audiencia a vivir la música como una experiencia total.

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