Pacers toman control y vencen a los Knicks 114-109 en las Finales del Este

Pacers toman control y vencen a los Knicks 114-109 en las Finales del Este

mayo 30, 2025 publicado por Valeria Montes

Indiana Pacers se imponen ante unos Knicks combativos en el Madison

El Madison Square Garden vibró, pero la fiesta no fue para los locales. Los Indiana Pacers volvieron a ratificar que su momento en las Finales de la Conferencia Este está lejos de ser casualidad. El 23 de mayo de 2025, los Pacers derrotaron por 114-109 a unos New York Knicks que dieron pelea hasta el último segundo, pero acabaron cediendo su segundo partido en casa, dejando la serie 2-0 a favor de Indiana.

¿La figura? Sin dudas, Pascal Siakam. El ala-pívot registró su mejor anotación en postemporada con 39 puntos, incluidos tres triples, y sumó 5 rebotes. Cada vez que los Knicks apretaban, Siakam respondía con sangre fría, sin titubeos. A su lado, Tyrese Haliburton manejó los hilos del equipo como si llevara una eternidad jugando partidos definitorios: 14 puntos, 8 rebotes y la friolera de 11 asistencias, dibujando jugadas que dejaban a la defensa neoyorquina desorientada.

En el otro lado, Jalen Brunson tiró del carro de los Knicks, sabiendo que la presión era máxima: 36 puntos y 11 asistencias, liderando todos los esfuerzos para achicar distancias, pero siempre parecía faltarles un ajuste, un rebote o una posesión clave. El Garden lo animó hasta el final, pero el empuje de Indiana fue más fuerte.

Una serie intensa que revive recuerdos y nervios

Todo esto llegó tras un primer encuentro de infarto, donde Indiana le quitó el aliento a Nueva York remontando una desventaja de nueve puntos en el último minuto, forzando la prórroga y llevándose un partido (138-135) que todavía dolía a los aficionados neoyorquinos. La imagen de Haliburton dedicando el emblemático gesto del “choke” de Reggie Miller –con el propio Miller sentado a metros, ahora como analista– fue gasolina para la rivalidad y dejó claro que nadie en Indiana tiene miedo escénico en el Madison.

Esta capacidad de cerrar partidos no es casualidad para los Pacers en estos playoffs. Han convertido cada error rival en una oportunidad y, a diferencia de otros años, ahora sí parecen convencidos de que pueden ganar cada noche. La serie, eso sí, sigue abierta. El tercer partido, programado para el 25 de mayo, promete una reacción de los Knicks, que ya demostraron resiliencia llevándose un triunfo en el tercer enfrentamiento y evitando quedarse al borde de la eliminación tan temprano. Pero los neoyorquinos necesitan algo más que coraje: necesitan frenar a un Siakam encendido y a un Haliburton dispuesto a seguir construyendo su propia leyenda en la NBA.

En el aire queda la sensación de que cada jugada cuenta y que, en estas Finales del Este, nadie quiere regalar nada. La serie ha destilado emoción, polémica y gestos que reviven míticas luchas de antaño. No es solo baloncesto, es una cuestión de orgullo y de historia entre dos ciudades que nunca se han gustado demasiado en la pista.

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