Shaquille O’Neal pone la lupa sobre Anthony Edwards tras la sólida defensa del Thunder en la Final del Oeste
mayo 23, 2025 publicado por Valeria Montes
Shaquille O’Neal desafía a Edwards tras el golpe inicial del Thunder
Pocos escenarios tan electrizantes como unas Finales de Conferencia en la NBA, y este año en el Oeste hay cierto aire de duelo desigual entre la imparable defensa del Oklahoma City Thunder y unos Minnesota Timberwolves que buscarán respuestas urgentes. En medio del revuelo, Shaquille O’Neal no dudó en dirigir todos los focos hacia Anthony Edwards, el jugador llamado a cambiar el destino de la serie, justo después de que Minnesota se viera desbordado en el primer asalto.
Shaq, conocido tanto por su talla como por su lengua afilada, habló claro: Edwards tiene que dar un salto si Minnesota aspira a tener alguna opción. No se anduvo con rodeos. En televisión nacional, el ex pívot llamó a Edwards a igualar la estatura de leyendas como Stephen Curry, Hakeem Olajuwon o Magic Johnson en cuanto a liderazgo y capacidad de respuesta bajo presión. Las comparaciones no son fáciles y mucho menos después de una noche en la que el joven escolta solo pudo firmar 18 puntos antes de retirarse unos minutos por lesión.
La defensa del Thunder pone en jaque a los Timberwolves
Si algún aficionado esperaba una serie fácil para los Wolves, el primer partido desterró la idea sin compasión. El Thunder, a juicio de analistas como Kendrick Perkins y Charles Barkley, mostró una defensa que muchos ya consideran entre las más eficientes que se hayan visto en una instancia así. La presión sobre Edwards fue constante y asfixiante; no encontró espacios ni aciertos y todo el ataque de Minnesota se resintió.
Lo interesante aquí es que Edwards, lejos de esconderse, asumió la culpa ante los medios. Reconoció su flojo desempeño y la dificultad a la que se enfrenta Minnesota. El mensaje de Shaq va más allá de las estadísticas: le exige al joven estrella que muestre esa fibra de líder capaz de cambiar el signo de una eliminatoria. Porque, si la defensa de Oklahoma sigue bloqueando a Edwards como lo hizo, los Wolves lo van a tener difícil para rascar siquiera un partido.
Por ahora, la serie se presenta como un pulso mental y físico entre los ajustes que pueda hacer Minnesota y la consistencia implacable de Oklahoma. El peso de la historia y las palabras de Shaquille O’Neal quedan ahora sobre los hombros de un Anthony Edwards que sabe que todo lo que haga o deje de hacer puede marcar el rumbo definitivo de la eliminatoria.
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