Conductor ebrio: lo que debes saber y cómo evitarlo
Conducir bajo los efectos del alcohol es una de las causas más graves de accidentes en Chile. Cada vez que alguien se sube al volante después de beber, pone en riesgo su vida y la de los demás. En esta página te explicamos de forma clara qué dice la ley, cuáles son las sanciones y qué medidas puedes tomar para no caer en esa trampa.
¿Qué dice la ley chilena?
En Chile, la Ley de Tránsito establece un límite de 0,3 gramos de alcohol por litro de sangre para conductores particulares y 0,0 para choferes profesionales. Si superas ese nivel, te pueden imponer una multa que va desde 1 a 4 unidades tributarias mensuales y la pérdida de puntos en tu licencia.
Además, si el nivel de alcohol es muy alto (más de 0,8 gramos por litro) o si el conductor causa un accidente con lesiones, la pena puede incluir cárcel y la suspensión o cancelación de la licencia por varios años.
Los controles de alcoholemia son frecuentes, especialmente en fiestas patrias, fines de semana y en carreteras con alta mortalidad. Los agentes pueden usar el soplador o solicitar una prueba de sangre. Negarse a la prueba se considera una infracción grave y acarrea multas y suspensión de la licencia.
Consejos para no conducir bajo los efectos del alcohol
La mejor forma de evitar ser un conductor ebrio es planear con anticipación. Si sabes que vas a beber, designa a un amigo sobrio, usa taxis o apps de transporte, o simplemente espera a que el alcohol salga del cuerpo.
Un truco práctico es hidratarte con agua entre copas; ayuda a reducir la absorción del alcohol, aunque no elimina la intoxicación. Comer bien antes de beber también disminuye la velocidad con que el alcohol llega a la sangre.
Si la fiesta termina tarde y el último trago fue hace poco, considera usar una aplicación que estime tu nivel de alcohol. Recuerda que el cuerpo tarda al menos una hora en metabolizar una unidad de alcohol, así que calcula el tiempo antes de volver al volante.
Otro punto clave es no confiar en que “conduces igual”. El alcohol afecta la visión, el tiempo de reacción y la toma de decisiones. Un accidente puede costarte la vida y la libertad.
En caso de que un conocido esté bajo la influencia, ayúdale a buscar una solución segura. Llamar a un servicio de taxi o a un familiar es mucho mejor que dejarlo conducir.
Finalmente, si alguna vez te detienen y te hacen la prueba de alcoholemia, mantén la calma, coopera y acepta la prueba. Negarse solo empeora la situación.
Ser un conductor responsable no solo evita multas. Significa proteger a tu familia, a tus amigos y a todos los que comparten la carretera. Cada decisión cuenta: si vas a beber, no manejes.