Explosión volcánica: qué es y por qué importa
Una explosión volcánica es la liberación repentina de energía, ceniza y gases que sale del interior de un volcán. Cuando ocurre, el entorno cercano cambia al instante: el aire se vuelve denso, el suelo tiembla y la visibilidad disminuye. En Chile, donde los Andes albergan más de una docena de volcanes activos, estas situaciones son una realidad que puede afectar a miles de personas.
Entender cómo se produce una explosión te ayuda a reconocer los signos antes de que sea demasiado tarde. Por lo general, la presión de gases se acumula bajo la superficie y, al no encontrar salida, rompe la roca y expulsa material a gran velocidad. La composición del magma, la cantidad de agua y la forma del volcán influyen en la intensidad del estallido.
Señales que anuncian una explosión volcánica
Antes de que el volcán erupcione, suelen aparecer algunas señales que puedes observar:
- Pequeños temblores o micro‑sismos que se detectan en los sensores del Sernageomin.
- Emisión de gases como vapor y dióxido de azufre, visible como una columna tenue.
- Aumento de la temperatura en los alrededores del cráter.
- Pequeñas explosiones llamadas erupciones menores, que liberan ceniza sin causar mucho daño.
Si notas alguna de estas señales, es momento de seguir los avisos oficiales y preparar un plan de evacuación.
Cómo protegerte durante una explosión volcánica
Lo más importante es mantener la calma y actuar rápido. Aquí tienes los pasos básicos:
- Escucha las alertas del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Sernageomin) y de la autoridad local.
- Dirígete a un refugio cerrado: una casa con puertas y ventanas bien selladas reduce la inhalación de ceniza.
- Usa mascarillas o pañuelos húmedos para cubrirte la nariz y la boca.
- Mantén agua y alimentos no perecibles a mano por al menos 72 horas.
- Si tienes que evacuar, lleva un bolso de emergencia con documentos, medicinas y ropa de cambios.
En caso de que la ceniza caiga, evita limpiar con aspiradoras comunes; mejor barre suavemente y usa agua para limpiar superficies.
Los últimos años nos han mostrado ejemplos claros. En 2015, el volcán Calbuco explotó con fuerza, provocando una nube de ceniza que llegó a la zona metropolitana de Santiago. Millones de personas tuvieron que usar mascarillas y muchos aviones fueron cancelados. Más recientemente, en 2023, la actividad de Villarrica obligó a cerrar carreteras y a activar planes de evacuación en comunidades cercanas.
La clave para estar a salvo está en la preparación. Mantén una lista de contactos de emergencia, suscríbete a alertas por SMS y revisa los protocolos de tu comunidad. Con la información adecuada y una actitud proactiva, una explosión volcánica deja de ser una amenaza invisible y se convierte en un riesgo manejable.
Así que la próxima vez que escuches hablar de una erupción, recuerda estos consejos y mantente atento a las señales. Tu seguridad y la de tu familia dependen de lo rápido que actúes.