Muerte en clínicas estéticas: causas, prevención y qué hacer
Si estás pensando en cambiar algo de tu cuerpo, seguramente te hayas preguntado si es seguro. Últimamente se habla mucho de muertes en clínicas estéticas y eso asusta. Aquí te explico, sin vueltas, qué está pasando y cómo cuidarte.
Principales causas de mortalidad
La mayoría de los casos mortales se deben a tres cosas: anestesia mal administrada, infecciones graves y profesionales sin la capacitación adecuada. La anestesia, aunque parezca rutinaria, puede provocar paro cardíaco si no se controla la dosis o no se vigila al paciente. Las infecciones aparecen cuando el quirófano no cumple con normas de higiene; una bacteria en la herida puede convertirse en sepsis en horas. Por último, hay clínicas que contratan a personal que no tiene certificado oficial, y eso eleva el riesgo de errores.
Cómo protegerte antes de una intervención
Antes de firmar cualquier contrato, pide la licencia de funcionamiento de la clínica y verifica que esté al día. Pregunta por los títulos del médico y del anestesiólogo; deberías poder verlos en la página del Colegio Médico. No te quedes con precios súper bajos, suele ser una señal de que algo no cuadra. Visita la sala de operaciones si puedes, y fíjate si el equipo parece limpio y profesional.
Otro paso clave es una consulta médica completa. El profesional debe revisar tu historial, tus alergias y tus medicaciones. Si te proponen una anestesia general, exige saber qué tipo usarán y cómo monitorearán tus signos vitales durante el procedimiento.
Lee con calma los términos del consentimiento informado. Ese documento debe detallar los riesgos, incluso los más graves. Si algo no está claro, pregunta. Un buen doctor se tomará el tiempo para explicarte sin usar jerga médica.
Tras la cirugía, sigue al pie de la letra las indicaciones de cuidados. Cambia los apósitos según lo indicado, toma los antibióticos si te los recetan y controla cualquier señal de infección: enrojecimiento, calor, dolor creciente o fiebre. Si notas algo raro, avisa de inmediato a la clínica o busca atención en otro centro.
En caso de una complicación grave, no esperes a que mejore. Llama a emergencias y lleva contigo la documentación de la clínica y del procedimiento. Tener los datos del médico y la fecha del acto facilita que la investigación sea rápida.
Si la situación culmina en un daño permanente o, peor, en fallecimiento, puedes buscar ayuda legal. La Ley de Protección al Consumidor contempla reclamos por servicios de salud que no cumplan con la normativa. Un abogado especializado en negligencia médica te orientará sobre cómo presentar una demanda.
Finalmente, comparte tu experiencia. Comentarios en redes y reseñas en plataformas de salud alertan a otras personas y presionan a las clínicas a mejorar sus estándares.
En resumen, la clave está en informarse, preguntar y no bajar la guardia frente a precios sospechosamente bajos. Con estas medidas reduces mucho el riesgo y puedes disfrutar de los resultados sin miedo.