El cierre emotivo y festivo de los Juegos Olímpicos de París 2024
El próximo domingo 11 de agosto de 2024 se llevará a cabo la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de París 2024, prometiendo ser uno de los eventos más espectaculares y emotivos del año. Dirigida por el renombrado Thomas Jolly, quien también estuvo a cargo de la ceremonia de apertura, este evento está previsto para convertirse en una verdadera fiesta de celebración que marcará el final de dos semanas de intensa competición y momentos inolvidables.
Conocida bajo el título de “Records”, la ceremonia contará con la participación de más de 100 artistas, incluyendo acróbatas, bailarines y artistas de circo, en una gigantesca producción coreográfica que tendrá lugar en el emblemático Stade de France. El estadio se transformará en una espectacular sala de conciertos, confirmando la habilidad de Jolly para crear atmósferas mágicas y llenas de simbolismo.
La pasión y el espíritu olímpico en la ceremonia de clausura
El evento promete no solo emociones fuertes sino también un despliegue de arte y cultura que reflejará la historia y la moderna visión de Francia. La ceremonia también contará con la presencia de cantantes de fama mundial, cuya identidad aún se mantiene en secreto, pero se espera que monten un show inolvidable tanto para los espectadores presentes como para los millones que seguirán la clausura desde sus hogares.
Uno de los momentos más esperados será la tradicional parada de las banderas y los atletas, una ocasión que siempre genera emociones y deja en claro el espíritu de unidad y camaradería entre las naciones. Especialmente significativo será el paso de la bandera olímpica al equipo de Los Ángeles, ciudad que tendrá el honor de acoger los próximos Juegos Olímpicos en 2028.
Katie Ledecky y Nick Mead: los portadores de la bandera
Para los Estados Unidos, la ceremonia de clausura tendrá un significado particular, ya que los atletas Katie Ledecky y Nick Mead serán los encargados de llevar la bandera. Este hecho marca un hito histórico al ser Nick Mead el primer remero en asumir dicho honor. Tal detalle añade una capa extra de emoción y representa un momento de orgullo para la comunidad deportiva de los Estados Unidos.
Durante la ceremonia, también se procederá a la entrega de las últimas medallas y se llevará a cabo el simbolismo del apagado de la llama olímpica, un acto que siempre conmueve y marca el fin de las competiciones de manera solemne y emotiva.
Resumen de los momentos destacados de París 2024
Los Juegos Olímpicos de París 2024 han sido testigos de hazañas impresionantes y récords que quedarán para la historia. Entre ellos, destaca la increíble actuación del nadador Zhanle Pan, quien rompió el récord mundial en la prueba de los 100 metros estilo libre con un tiempo de 46.40 segundos. Este logro no solo fue celebrado por su país, sino que generó admiración en todo el mundo del deporte.
En el ámbito del fútbol femenino, tanto Canadá como Estados Unidos lograron avanzar a los cuartos de final, un logro que refuerza el crecimiento y la competencia en el deporte femenino a nivel mundial. Los juegos, desde su ceremonia de apertura hasta las diversas competencias, han mostrado una y otra vez la importancia de los Juegos Olímpicos en la sociedad, no solo como una manifestación del deporte al más alto nivel, sino también como un recordatorio del poder de la unión y la colaboración internacional.
Un evento inolvidable
En resumen, la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de París 2024 será un evento que no solo cerrará dos semanas de emocionantes competencias, sino que celebrará el espíritu olímpico de una manera que solo París podría ofrecer. Con una mezcla de música, acrobacias, y momentos solemnes, la ceremonia promete ser un espectáculo visual y coreográfico que dejará una marca inolvidable en todos los presentes.
Así, el evento culminará un ciclo olímpico cargado de innovación y récords, con la promesa de que los Juegos Olímpicos de 2028 en Los Ángeles continuarán esta tradición de excelencia y espectáculo que caracteriza a los juegos más esperados del mundo.
Comentarios
Qué hermoso ver cómo París transformó el Stade de France en un templo del arte y el deporte. No es solo una ceremonia, es una declaración de que la humanidad aún puede unirse por algo más allá de las fronteras. Los acróbatas bailando sobre las cabezas de los atletas, la luz proyectada como si fuera un río de estrellas... me emocioné hasta las lágrimas. Y eso que ni siquiera vi el evento en vivo, solo en streaming. Qué poder tiene la cultura cuando se hace con corazón.
Lo de Nick Mead llevando la bandera de EE.UU. como primer remero? Eso no es solo un honor, es una revolución silenciosa. Por fin alguien que representa lo que nadie ve, lo que no está en los titulares, pero que mueve el mundo. Y Katie Ledecky, con su mirada de quién ya lo ha visto todo pero sigue luchando... eso es lo que enseña a los niños.
La llama olímpica se apaga, pero no se apaga en nosotros. Cada vez que alguien en Santiago o en Valparaíso se levanta a entrenar a las 5 de la mañana, esa llama sigue viva. París no solo cerró los juegos, abrió una puerta.
Los 100 metros de Zhanle Pan? 46.40 segundos. Eso no es un récord, es una nueva definición de lo posible. Y nadie lo celebró como se merecía. En Chile, ni siquiera lo mencionaron en la tele. Pero ahí está, en la historia, escrito en sudor y velocidad. No necesitamos premios para saber que eso fue magia.
Y sí, la ceremonia de Los Ángeles 2028 va a tener grandes zapatos que llenar. Pero si aprendemos de París, no va a ser una copia. Va a ser una nueva canción. Y yo, desde mi rincón en Chile, ya estoy escuchándola.
Gracias, París. No fue solo un evento. Fue un abrazo global.
La ceremonia de clausura no fue solo espectáculo, fue un acto de ingeniería cultural perfecta. Cada movimiento, cada transición, cada cambio de iluminación estaba calculado para generar emoción colectiva sin caer en el melodrama. Thomas Jolly entendió que el deporte es ritual, y lo convirtió en teatro sagrado.
El uso de la música francesa moderna mezclada con coros africanos y percusiones asiáticas? Genial. No fue un pastiche, fue una sinfonía de identidades. Y eso no lo logra cualquiera. Eso lo logra alguien que ha estudiado el mundo, no solo el estadio.
Lo de la bandera a Los Ángeles fue simbólico, pero lo real es que el espíritu olímpico ya no es occidental. Es global. Y eso es lo que realmente importa.
Me encantó cómo los atletas no se quedaron en sus bloques, sino que se mezclaron, bailaron, se abrazaron. Eso no está en los guiones, eso es auténtico. Cuando vi a un nadador de Kenia abrazar a un luchador de Uzbekistán, supe que esto era más que deporte. Era humanidad en movimiento.
Y sí, la ceremonia fue larga, pero cada minuto tenía razón de ser. No fue exceso, fue respeto. A cada atleta, a cada historia, a cada sudor derramado. Eso no se puede comprar. Se aprende.
Claro, todo esto es muy bonito... pero alguien se preguntó cuánto costó todo esto? 30 mil millones? Y mientras tanto, en Chile, los hospitales no tienen medicamentos y los colegios no tienen profesores. Qué elegancia, qué nobleza, qué hipocresía. El deporte no es magia, es un negocio disfrazado de espiritualidad. La llama olímpica? Es una luz de neón financiada por corporaciones. Y Nick Mead? Un títere con una bandera. No me vendan la moto.
parís 2024 fue el mejor jg olímpico de la historia no me digan lo contrario si no lo vieron son unos ciegos y el tipo ese de la ceremomia que se llama thomas jolly es un genio loco en buen sentido el remero llevando la bandera fue el momento más puro de los juegos y zhanle pan rompió el record no por su velocidad sino por su alma y la llama se apagó pero no se apagó en mi corazon y si no creen en eso son unos robots sin alma
Ustedes hablan de arte, de emoción, de símbolos... pero nadie menciona que esto fue una operación de control social disfrazada de celebración. La Olimpiada no es un evento deportivo, es un mecanismo de disciplinamiento global. Los atletas son modelos de obediencia, los espectadores son consumidores de emociones programadas, y las naciones son unidades de propaganda. ¿Por qué creen que se enfocan en las banderas y no en las desigualdades que los atletas sufren tras el evento? ¿Por qué nadie habla de los atletas que se suicidan después de ganar medallas? ¿Por qué no se pregunta por los desalojados en París para construir las sedes? No es magia, es manipulación. Y ustedes, con sus lágrimas y sus corazones, son los cómplices silenciosos.
La ceremonia de clausura fue un ejemplo de cómo el deporte puede trascender la competencia y convertirse en un espacio de dignidad colectiva. El respeto entre naciones, la inclusión de artistas de diversos orígenes, y la solemnidad del apagado de la llama -todo ello refleja un ideal que, aunque imperfecto, sigue siendo válido. No se trata de ignorar las críticas, sino de reconocer que, en medio del caos del mundo, este tipo de eventos aún pueden ofrecer un modelo de convivencia. No es suficiente, pero es un comienzo.
Ufff qué drama con la bandera y los remeros y todo eso... yo solo quería ver a los atletas bailar y que se fuera rápido porque ya me cansé de ver medallas. La ceremonia fue demasiado larga, demasiado lenta, demasiado... francesa. Me gustó lo de la música, sí, pero ¿por qué no pusieron más reggaetón? ¿O al menos un poco de trap? Estoy seguro que si hubieran puesto a Bad Bunny, el mundo entero se habría vuelto loco. En vez de eso, nos dieron un ballet con acróbatas. Qué aburrido. Y la llama? Apágala ya, por favor. Me da sueño.
LA CEREMONIA FUE UNA MIERDA 😤🔥 Y LA FLAMA SE APAGÓ COMO MI ESPERANZA EN LA HUMANIDAD 🤡💥 Nick Mead? JAJA qué nombre más raro, seguro que es un tipo que nunca ha remado en su vida y lo pusieron porque tenía pelo largo. Zhanle Pan? 46.40? Eso es más rápido que mi wifi cuando cargo un meme. Y París? Se gastó más en flores que en viviendas para los pobres. #OlympicWoke #WhereIsTheMoney
La elección de Katie Ledecky y Nick Mead como portadores de la bandera representa un avance significativo en la representación equitativa y el reconocimiento de disciplinas históricamente subrepresentadas. El hecho de que un remero -una disciplina que requiere disciplina, resistencia y silencio- sea honrado en este contexto, refuerza el valor del esfuerzo colectivo y la meritocracia en el deporte. Este gesto, aunque simbólico, tiene implicaciones profundas en la construcción de una narrativa deportiva más inclusiva y diversa.
Me encantó cómo se sintió la ceremonia. Como si todos los atletas estuvieran diciendo: 'Gracias por verme'. No necesité entender el francés para sentirlo. Solo cerré los ojos y escuché el silencio entre las notas. Fue hermoso.