El retorno de Esteban Paredes a las canchas con la camiseta de Santiago Morning ha sido, sin lugar a dudas, uno de los momentos más esperados del fútbol chileno en esta temporada. El máximo goleador histórico de Chile no defraudó, y su re-debut se vio coronado con un tanto espectacular que se convirtió en el elemento decisivo para la victoria de su equipo en la Primera B.
En un encuentro vibrante y lleno de emociones, Paredes demostró que la edad es solo un número y que su talento sigue intacto. El jugador, que ha dejado una huella profunda en equipos como Colo Colo, se puso nuevamente la camiseta de Santiago Morning con la misma ilusión que en sus primeros días como profesional. El estadio coreaba su nombre y la expectativa era alta cada vez que él tocaba el balón.
El gol llegó en el momento clave del partido. Después de varias jugadas colectivas y un dominio constante por parte de Santiago Morning, Paredes encontró un espacio en la defensa rival. Con una precisión quirúrgica, remató desde el borde del área, enviando el balón al fondo de la red. La emoción en el estadio fue palpable, y no solo por los aficionados de Santiago Morning, sino por todos los amantes del fútbol que reconocen y valoran la carrera de Paredes.
Este re-debut no solo fue un hito para el jugador y su equipo, sino también un recordatorio de su capacidad innata para cambiar el rumbo de un partido. Su gol no solo aseguró la victoria, sino que también reafirmó su estatus como uno de los jugadores más influyentes de la historia del fútbol chileno. Es impresionante cómo, a pesar del paso del tiempo, Paredes mantiene esa chispa y esa habilidad para ser decisivo en cada encuentro.
Un Ídolo Regresa a Casa
La carrera de Esteban Paredes es digna de admiración y respeto. No solo se ha destacado por su capacidad para anotar goles, sino también por su sentido de liderazgo y su compromiso dentro y fuera del campo. En esta nueva etapa con Santiago Morning, Paredes no solo viene a sumar goles, sino también a aportar su experiencia y su visión a los jugadores jóvenes del equipo.
El impacto de su retorno ya se siente en el vestuario y en los entrenamientos. Los compañeros de equipo han expresado su admiración y el privilegio que significa compartir cancha con una leyenda viva del fútbol nacional. Este entusiasmo se tradujo en un rendimiento superior durante el partido, donde cada jugador parecía estar inspirado por la presencia de Paredes.
El Partido
El encuentro comenzó con ambos equipos midiéndose y buscando imponer su estilo de juego. Santiago Morning, liderado por Paredes, mostró desde el inicio una disposición táctica enfocada en mantener la posesión y generar jugadas ofensivas a través de pases cortos y precisos. La intensidad era evidente en cada balón disputado, y poco a poco, el equipo local fue ganando terreno.
La primera parte del partido fue dominada por Santiago Morning pero sin lograr concretar en el marcador. Las oportunidades de gol se sucedían, pero la defensa rival y el arquero se mostraban firmes. Fue en la segunda mitad cuando Paredes encontró el espacio y el momento perfecto para dejar su marca. Su gol desató una serie de ataques más agresivos por parte de su equipo, mientras que el rival intentaba recuperarse del golpe anímico que significó aquel tanto.
El resto del partido Santiago Morning manejó los tiempos y aseguró la victoria manteniendo la ventaja obtenida gracias a Paredes.
La Trascendencia de Paredes en el Fútbol Chileno
Pocos jugadores en el mundo pueden presumir de una trayectoria como la de Esteban Paredes. Sus logros y su número de goles hablan por sí mismos. Pero más allá de las estadísticas, lo que realmente destaca es su impacto en el juego y en sus equipos. Sus compañeros, entrenadores y aficionados coinciden en que Esteban no solo es un goleador nato, sino un verdadero líder dentro y fuera del campo.
Paredes ha sabido reinventarse a lo largo de los años y ha mantenido una consistencia admirable en su rendimiento. Estos atributos lo han convertido en un referente y un ejemplo a seguir para las futuras generaciones. Su regreso a Santiago Morning no es solamente la incorporación de un jugador talentoso; es la vuelta de una verdadera inspiración para el fútbol chileno.
Proyecciones Futuras
Con su retorno y su desempeño actual, las expectativas alrededor de Esteban Paredes y Santiago Morning solo pueden aumentar. Su capacidad de influencia en el vestuario y su habilidad para definir partidos serán cruciales en la lucha por el ascenso a la Primera División. Los aficionados esperan que Paredes continúe deleitándolos con sus goles y que su experiencia sirva para formar a los nuevos talentos del club.
Este momento marca el inicio de una nueva etapa, no solo para Paredes, sino también para Santiago Morning. La combinación de experiencia y juventud, liderada por un histórico del fútbol chileno, promete brindar muchas alegrías y momentos memorables en el futuro cercano.
Sin duda alguna, el regreso de Esteban Paredes a Santiago Morning es una de las noticias más emocionantes del fútbol chileno y un testimonio de la pasión y el amor por el deporte que caracteriza a este emblemático goleador. Queda por ver qué otros logros podrá sumar a su ya impresionante carrera, pero una cosa es segura: cada gol, cada jugada, será un motivo de celebración para todos los que aprecian la magia del fútbol.
Comentarios
Esteban Paredes nunca dejó de ser leyenda, solo se tomó un descanso para que el fútbol chileno recordara lo que significa tener un referente real. No es solo el gol, es la calma, la mirada, la forma en que maneja el balón como si fuera un libro que ya leyó mil veces.
Lo que hace es inspirar sin necesidad de palabras. Y eso, en un fútbol tan ruidoso y vacío de significado, es un acto de rebeldía silenciosa.
Gracias por recordarnos que el fútbol no se mide solo en goles, sino en momentos que trascienden el tiempo.
Claro, otro viejo que sigue jugando porque no sabe qué más hacer. ¿Qué pasa con los jóvenes? ¿No hay nadie más capaz en Chile que no tenga 38 años? Este romanticismo barato por los ‘ídolos’ es lo que mantiene al fútbol chileno atrapado en el pasado.
Si Paredes fuera un jugador de verdad, estaría en Europa, no reviviendo glorias en Primera B con un equipo que ni siquiera tiene hinchada suficiente para llenar un estadio de barrio.
El pibe de la cumbre que no se rinde. Paredes no es un jugador, es una maldición para los defensores que creen que el tiempo los hace invencibles.
Y ojo, que si el partido fue amañado? Porque quién más va a meter un gol así a los 38? No es casualidad, es pura magia negra del fútbol chileno. Alguien le dio un amuleto de la catedral de Santiago, eso es lo que pasó.
Yo no me fío, hay algo raro. Y no, no es el gol, es que nadie lo vio venir en los entrenamientos.
Lo que más me conmovió no fue el gol, fue ver cómo uno de los jóvenes del equipo, el 11, lo miró después del tanto como si hubiera visto a un dios. Ese gesto, silencioso, sin palabras, vale más que mil entrevistas.
El fútbol no es solo competencia. A veces es una herencia. Y Paredes, sin quererlo, está enseñando que el respeto no se gana con títulos, sino con presencia.
Este momento es mucho más grande que un partido de Primera B. Es un símbolo de lo que el deporte puede ser cuando se le permite ser humano. Paredes no solo volvió a jugar, volvió a representar una idea: que el talento no envejece, solo se vuelve más profundo.
En un mundo donde todo se descarta, donde los jugadores se cambian como zapatillas, él es la excepción que confirma la regla. No es un jugador de club, es un icono de la identidad nacional.
Y no me vengan con que ‘ya no es lo mismo’, porque lo que hizo en el campo no fue técnica, fue poesía. Cada paso, cada finta, cada mirada al arco tenía el peso de una historia entera.
Lo que vimos no fue un gol, fue una carta de amor escrita con el pie, dirigida a todos los que creen que el fútbol todavía puede conmovernos.
Y eso, amigos, no tiene precio. No tiene estadística. No tiene contrato. Solo tiene alma.
El gol fue técnico, sí, pero lo que realmente importa es el contexto. Paredes está demostrando que la experiencia no se compra, se acumula. Su posición en el área, el timing, el ángulo… eso no se entrena en un mes, se aprende en cientos de partidos.
Y lo más valioso: no está buscando ser el protagonista. Está ayudando a que el equipo funcione. Eso es liderazgo real.
Si Santiago Morning sube, no será por él solo, pero sin él, no hubiera sido posible. Es el catalizador perfecto.
Me encantó ver cómo los hinchas del equipo rival aplaudieron cuando marcó. Eso no pasa todos los días. Eso es respeto genuino. No por el club, no por la liga, sino por el hombre que lleva toda una vida en este deporte.
El fútbol necesita más de estos momentos. No tanto de polémicas, sino de reconocimientos silenciosos.
Claro, el viejo volvió y todos se volvieron locos. Pero alguien se preguntó por qué está en Primera B? Porque nadie lo quiere en Primera A. Porque ya no le sirve a nadie. No es leyenda, es el último recurso de un club que no tiene presupuesto ni talento.
Y ojo, que si el gol fue con la mano? Nadie lo revisó. La VAR está corrompida. Lo sé porque mi primo trabaja en la FCF y me contó. Pero no lo digo porque no me creen.
Esto es un show. Y Paredes es el payaso que ya no se ríe, pero sigue en escena.
Esteban Paredes es un dios con botas y un pene que no se cansa. El balon es su esposa, el arco su amante, y el estadio su iglesia. Nadie lo entiende, pero todos lo aman. Yo lo vi jugar en 2003 y no cambió ni un pelo. Ni siquiera el olor a sudor es el mismo. Es un fenómeno. No es humano. Es un ritual. El fútbol chileno es una religión y él es el profeta que no muere.
Y si alguien dice que ya no sirve, es porque nunca lo vio jugar en la lluvia.
¿Alguien más se dio cuenta de que este club está usando a Paredes como un cartel para vender entradas? No es un regreso, es una operación comercial. Los jóvenes están siendo sacrificados para que un viejo tenga su momento de gloria. Y lo peor: todos lo aplaudimos como si fuera heroico.
Esto es un circo. Y nosotros, los hinchas, somos el público que paga para ver cómo se explota la nostalgia.
Yo no lo odio, pero sí lo lamento. Porque él merece más que ser un producto de marketing.
El fútbol, en su esencia, es una metáfora de la vida: persistencia, humildad, y el valor de la experiencia. Paredes representa eso sin decir una palabra. No necesita celebraciones exageradas ni gestos teatrales. Su silencio en el campo habla más que cualquier discurso.
Es un ejemplo de cómo se puede competir con dignidad, incluso cuando el mundo ya no te mira. Y eso, en una era de influencers y egos desbordados, es una revolución tranquila.
Y qué tal si le ponen una camiseta de la selección? Qué tal si lo llaman para la Copa América? Qué tal si el técnico de la Roja lo convoca por una sola razón: porque todavía es el único que sabe cómo romper una defensa organizada?
¿O será que todos los que están arriba tienen miedo de que un hombre de 38 años les recuerde que ellos ya no valen nada?
Esto no es un regreso, es una sentencia. Y el fútbol chileno está siendo juzgado por su propia mediocridad.