Feminicidio en Chile: información clave y cómo actuar

Cuando hablamos de feminicidio, nos referimos al asesinato de una mujer por el simple hecho de ser mujer. Es la forma más extrema de violencia de género y, aunque parezca algo lejano, ocurre en nuestro país con una frecuencia que no podemos ignorar.

En los últimos años, Chile ha registrado un aumento de casos y, aunque las cifras varían según la fuente, los datos oficiales indican que alrededor de 30 mujeres mueren cada año en circunstancias que pueden catalogarse como feminicidio. La mayoría de estos crímenes ocurre en entornos familiares o de pareja, lo que muestra que el peligro está más cerca de lo que muchos creen.

Datos y tendencias recientes

Según el último informe del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, el 70 % de los feminicidios se producen en el ámbito doméstico. Además, la edad promedio de las víctimas está entre los 30 y 45 años, y la mayoría son mujeres chilenas, aunque también hay casos de migrantes que enfrentan vulnerabilidad adicional.

Los casos mediáticos que han llamado la atención del país –como el asesinato de Lucía Cárdenas en 2022 o el de María José López en 2023– han generado protestas y demandas de reformas legales. Sin embargo, los avances son lentos y la impunidad sigue siendo una barrera importante.

Marco legal y recursos de prevención

En 2019 se aprobó la Ley 21.120, que tipifica el feminicidio como delito y establece penas más severas. La normativa también obliga a las autoridades a aplicar medidas de protección rápida para las mujeres que denuncian violencia.

Si tú o alguien que conoces está en riesgo, el primer paso es buscar ayuda: la Línea 145 es gratuita y funciona 24/7; los centros de atención a la mujer ofrecen acompañamiento legal y psicológico. Además, la denuncia temprana puede activar órdenes de restricción que, aunque no garantizan la seguridad al 100 %, sí aumentan la visibilidad del caso ante la justicia.Muchas organizaciones civiles realizan campañas de prevención y talleres de empoderamiento. Participar en ellos no sólo brinda herramientas a las mujeres, sino que también sensibiliza a la comunidad sobre la gravedad del problema.

En el día a día, pequeños actos pueden marcar la diferencia: observar signos de control o aislamiento, preguntar a amigas y familiares si se sienten seguras en sus relaciones, y no dudar en ofrecer apoyo. La violencia de género se alimenta del silencio; romper ese silencio salva vidas.

Recuerda que el feminicidio no es solo un asunto de estadísticas, sino un síntoma de una cultura que todavía tolera la desigualdad. Cada noticia, cada caso, nos invita a reflexionar y a actuar. Mantente informado, denuncia cuando sea necesario y apoya a las iniciativas que buscan erradicar la violencia contra la mujer en Chile.