La Ruta de la Patagonia: guía práctica para viajeros
Si estás pensando en recorrer la Patagonia, lo primero es decidir qué tramo vas a seguir. La Ruta de la Patagonia abarca carreteras, caminos de asfalto y senderos de tierra que conectan paisajes de glaciares, bosques y lagos. No necesitas ser un experto, con un poco de planificación puedes vivir una experiencia única sin sorpresas desagradables.
Antes de arrancar, revisa el estado del auto, el nivel de combustible y lleva ropa adecuada. El clima cambia de horas, así que combina ropa ligera con una chaqueta impermeable y botas cómodas. Llevar un kit básico de primeros auxilios y una botella de agua reutilizable también ayuda a estar preparado.
Cómo planificar tu ruta
Lo más sencillo es dividir el viaje en etapas de 150 a 250 km. Cada tramo te da tiempo para disfrutar sin prisa y detenerte en pueblos locales donde el encanto es auténtico. Usa aplicaciones de mapas offline para no depender del internet y guarda los números de emergencias locales.
Reserva los alojamientos con antelación si viajas en temporada alta (diciembre a febrero). En temporada baja hay más disponibilidad, pero algunos servicios pueden estar cerrados. Alternativas como campings o casas de familia son una buena forma de ahorrarse dinero y conocer gente.
Un buen punto de partida es Puerto Montt, desde donde la carretera 255 te lleva al corazón de la Patagonia. Si prefieres iniciar desde el sur, Punta Arenas es la puerta de entrada a la Ruta del Fin del Mundo.
Lugares imperdibles en la Ruta
Entre los puntos más destacados está el Parque Nacional Torres del Paine. Sus torres de granito, lagos azul celeste y rutas de trekking son de otro mundo. Reserva al menos dos días para caminar el circuito W, aunque sea una caminata corta te quedarás con la boca abierta.
Otra parada obligatoria es el Glaciar Perito Moreno, cerca de El Calafate. Los miradores te permiten ver los desprendimientos de hielo sin riesgo. Si te animas, puedes tomar una mini‑excursión en barco para acercarte al frente del glaciar.
En la zona de la Carretera Austral, el Cerro Castillo ofrece vistas panorámicas y senderos bien señalizados. Además, los pueblos de Coyhaique y Puerto Río Tranquilo son perfectos para probar la gastronomía patagónica, como el cordero al palo y el pescado fresco.
Para los amantes de la fotografía, el lago General Carrera y sus famosos márgenes de colores son un escenario ideal. Las formaciones de mármol cambian de tonalidad según la luz del día, así que lleva tu cámara preparada.
Al final del viaje, no dejes de visitar la península de Valdés, aunque está fuera de la ruta tradicional. Allí puedes avistar ballenas, pingüinos y lobos marinos. Es una experiencia que complementa perfectamente el viaje patagónico.
Recuerda respetar el entorno: no dejes basura, sigue los senderos marcados y respeta la flora y fauna. La Patagonia es un lugar frágil y tu ayuda es clave para mantenerla como está.
Con estos tips y lugares en la mochila, estás listo para emprender la Ruta de la Patagonia. Disfruta cada kilómetro, prueba la comida local y deja que la naturaleza haga el resto. ¡Buen viaje!"