Un Inicio Prometedor que No Bastó
El encuentro entre Universidad de Chile y Everton en el Estadio Nacional fue uno de esos partidos que prometía alto drama, y en su mayoría, lo cumplió. Desde el silbatazo inicial, Universidad de Chile mostró sus intenciones de no dejar pasar la oportunidad de cerrar la temporada en lo más alto. El gol temprano de Maximiliano Guerrero en el segundo minuto del partido, tras una brillante asistencia de Leandro Fernández, hizo soñar a los fanáticos con una tarde de gloria. Guerrero, con gran agudeza y precisión, envió el balón al fondo de la red con un disparo potente de pierna izquierda que dejó sin opciones al arquero Ignacio González.
El primer tiempo continuó en la misma tónica para la ‘U’, dominando las acciones y generando oportunidades claras. Matías Sepúlveda estuvo cerca de aumentar el marcador con un cabezazo que por poco se convirtió en el segundo gol. Sin embargo, conforme pasaban los minutos, Everton empezó a ajustar su juego, convirtiéndose en una amenaza latente gracias a sus esfuerzos por buscar el empate.
Una Respuesta de Corazón por Parte de Everton
El poder ofensivo de Everton comenzó a tomar forma, especialmente cuando Rodrigo Contreras, con un certero cabezazo, estuvo cerca de igualar el marcador pero su intento se fue apenas desviado. El equipo visitante encontró finalmente su recompensa en el minuto 72. Federico Martínez aprovechó un desajuste en la defensa de Universidad de Chile, tras un centro desde la derecha que no fue despejado de manera efectiva por Gabriel Castellón, y convirtió el gol del empate con un tiro potente. La tensión creció en el estadio, agravada por la presión del momento.
Oportunidades Desperdiciadas por Universidad de Chile
A medida que el reloj avanzaba, Universidad de Chile perdió múltiples oportunidades de retomar la ventaja. Los esfuerzos de Israel Poblete, Cristian Palacios y Luciano Pons fueron notables, pero no lograron cambiar el destino del partido. La culminación del drama llegó con un gol anulado contra Leandro Fernández, después de una revisión del VAR que detectó una falta en el comienzo de la jugada por parte de Marcelo Morales.
El Final de una Temporada y el Comienzo de Nuevos Desafíos
El empate final dejó a Universidad de Chile en la segunda posición de la tabla con 65 puntos, exactamente donde no querían estar al cierre del torneo, pero mostrando un desempeño digno de reconocimiento. Para Everton, el empate fue clave para asegurarse el séptimo puesto, ganándose así un lugar en la Copa Sudamericana con un total de 45 puntos.
Los días previos al partido también estuvieron marcados por eventos fuera del campo. El Tribunal de Disciplina decidió absolver al entrenador de Colo Colo, Jorge Almirón, de una potencial falta de desacato, tras lo cual la directiva de Universidad de Chile presentó una apelación que finalmente fue rechazada. Estos incidentes añadieron un capítulo más a la siempre vibrante y competitiva liga chilena, donde las rivalidades y las emociones no se limitan solo al terreno de juego.
Este final de temporada deja a los aficionados reflexionando sobre lo vivido y a la espera de lo que vendrá en el siguiente ciclo futbolístico. Universidad de Chile tendrá que trabajar en sus carencias y potenciar sus virtudes para enfrentar los nuevos desafíos que se avecinan, contando con el apoyo incondicional de su afición que siempre espera lo mejor de su equipo.
Comentarios
Me encanta cómo la U sigue siendo la única que juega con estilo, aunque el resultado no refleje la calidad. El resto del país sigue pensando que ganar es lo único que importa, pero nosotros jugamos con alma, con historia, con esa chispa que los demás ni entienden. Guerrero es un artista, Fernández un genio, y el resto del equipo... bueno, al menos intenta. ¿Qué más se puede pedir de un club que ha sido símbolo de resistencia cultural más que deportiva?
La gente que grita por el empate no sabe lo que es el fútbol. Es como si esperaran que un Picasso te pinte un cartel de Coca-Cola porque 'es más fácil de entender'.
Y otra vez la U se caga en el campeonato como siempre. 1-1? Jajaja, qué vergüenza. El equipo es un desastre, el DT no sabe de táctica, y ese Guerrero es un gato que solo sabe correr en círculos. Si no ganamos, no sirve de nada. Y ojo, el VAR fue una puta mierda, pero nadie dice nada porque los de la U siempre lloran cuando les sacan un gol.
Y no me vengan con eso de 'estilo'... si no ganas, sos un perdedor. Punto. El fútbol no es arte, es competencia. Y nosotros, los que amamos el fútbol de verdad, no nos tragamos las mentiras de los elitistas que creen que perder con elegancia es una virtud.
Me conmovió ver cómo el equipo siguió luchando hasta el final, incluso cuando el resultado parecía perdido. No todos los triunfos se miden con goles. Hay valor en la persistencia, en la disciplina, en el hecho de no rendirse aunque el mundo te diga que ya perdiste.
Y aunque el empate no sea lo que queríamos, hay mucho por celebrar: la juventud que se está formando, la afición que sigue ahí, el corazón que no se apagó. No todos los héroes llevan copas. A veces, solo llevan el orgullo de haber dado todo, aunque no ganaran.
Espero que los más jóvenes que vieron este partido sepan que el deporte no es solo ganar. Es también levantarse después de caer. Y hoy, la U levantó la cabeza. Eso vale mucho.
Este empate no es un fracaso, es una lección de vida. Miren, la U ha vivido épocas donde el fútbol era solo un juego, pero ahora es un espejo de nuestra sociedad: llena de contradicciones, de pasiones intensas, de injusticias, de VAR que se equivoca, de hinchas que gritan, de jugadores que dan lo mejor aunque el sistema los traicione.
¿Qué es un subcampeón? Es alguien que estuvo a un paso de la gloria, pero que no se rindió. Es alguien que, en un país donde todo se mide por el título, aún tiene el coraje de seguir creyendo en algo más grande que el trofeo. El gol de Guerrero fue poesía, el empate de Martínez fue drama, y el gol anulado... fue la vida misma, cruel y caprichosa.
La U no perdió el campeonato. El campeonato perdió algo al no tener a la U en lo más alto. Porque cuando juega con esa pasión, con esa identidad, con ese alma chilena que se resiste a ser domesticada, el fútbol se vuelve arte. Y el arte no se mide en puntos, se mide en emociones que quedan en la memoria colectiva.
La próxima temporada, con más fuerza, con más convicción, con más corazón, volveremos. Porque la U no es un equipo. Es una idea. Y las ideas no se derrotan con un empate.
¡Vamos U! No importa si el título se escapa, lo que no se escapa es el orgullo de ser parte de esto.
El empate fue duro, pero no fue una catástrofe. Lo que sí es preocupante es la falta de profundidad en el mediocampo. Poblete y Palacios están bien, pero necesitan un volante de contención real que les dé oxígeno. Castellón tuvo un mal momento en el empate, pero su evolución es clara.
Hay que reforzar el centro del campo con un jugador que controle el ritmo, no solo con velocidad. Y en la defensa, el problema no es individual, es colectivo: no hay comunicación entre líneas. El VAR lo que hizo fue mostrar que el árbitro no vio la falta, no que el gol fuera ilegal.
Si el técnico se enfoca en esto en la pretemporada, en vez de en los rumores de fichajes, la U puede volver a pelear por el título. No hay que desesperar. Solo hay que trabajar mejor. El apoyo de la hinchada es clave, pero también lo es la planificación técnica. El corazón no gana campeonatos, la estrategia sí.