La leyenda rompe esquemas fuera y dentro de la cancha
Venus Williams lo ha vuelto a hacer. Mientras el mundo del tenis celebraba su inesperada victoria en el Mubadala Citi DC Open tras más de un año sin ganar un partido individual, la campeona sorprendió con una noticia completamente ajena a las raquetas. La estadounidense de 45 años confirmó que está comprometida con el actor y modelo italiano Andrea Preti, de 37 años. La relación, hasta ahora discreta, salió a la luz oficialmente justo después de su victoria, aunque algunos ya sospechaban desde febrero, cuando Williams apareció con un brillante solitario en su mano durante una sesión de entrenamiento en Roma.
No es común ver a Williams compartir detalles de su vida sentimental, pero esta vez lo hizo tras ser preguntada por su notable regreso a las pistas. Lejos de los flashes, Venus agradeció a Preti su apoyo incondicional en los meses más duros y reconoció que fue él quien la animó a seguir cuando pensó en abandonar la competición profesional. “Me empujó a seguir adelante”, confesó, dejando claro que detrás de cada entrenamiento agotador y las largas sesiones de recuperación, la voz de Andrea estaba ahí, recordándole que su historia aún no había terminado.
El inesperado pilar de su regreso
Lo curioso es que Andrea Preti nunca había asistido a un partido en vivo de Venus. Aunque distante físicamente, siempre le brindó soporte y ánimo, según relatan fuentes cercanas. Preti, que en Italia es conocido por su labor como actor y modelo, no suele formar parte del entorno público del tenis ni aparecer junto a Williams en eventos deportivos. Su carrera en el mundo del espectáculo ha estado ligada a producciones y campañas dentro del país, pero los proyectos exactos no se han dado a conocer fuera de Italia.
Venus habló abiertamente sobre las dificultades del deporte de alto rendimiento y cómo vivir del tenis es «como tener un trabajo a tiempo completo de enorme exigencia física». El papel de Preti durante su recuperación física y mental no fue menor: mientras ella lidiaba con lesiones, rutinas imposibles y la presión de la edad, él se mantuvo firme a su lado, alentándola a cruzar esa delgada línea entre rendirse y volver a ganar.
Este compromiso no solo marca una nueva etapa en la carrera deportiva y personal de Venus, sino que también coloca a Andrea Preti bajo los reflectores internacionales por primera vez. Aunque la pareja ha preferido evitar la exposición, sus seguidores ya celebran este giro inesperado, tanto en el ámbito profesional como sentimental, de una de las grandes figuras del tenis mundial.
Comentarios
Qué hermoso ver cómo el amor puede ser el motor más poderoso, más allá de los títulos y los récords. Venus siempre fue una guerrera, pero ahora tiene alguien que la ve como persona, no solo como ícono. Eso es lo que realmente importa.
Gracias por compartir esto, es un recordatorio de que detrás de cada gran logro hay historias humanas que nadie ve.
¡Felicidades a los dos!
Esto es pura histeria mediática. ¿Un actor italiano que nunca vio un partido? ¿Y ahora es el ‘pilar’? Qué chiste. Si no fuera por los sponsors y los contratos de merchandising, ni siquiera estaríamos hablando de esto.
La pobre Venus está siendo explotada por el marketing de un tipo que ni siquiera sabe qué es un saque de derecha.
¡Pero qué barbaridad! ¿Ahora hasta los tenistas tienen que tener novios italianos para ser relevantes? Esto es un circo. ¿Y por qué no se enfocan en el deporte, en vez de en estas historias de telenovela?
Si no fuera por la prensa sensacionalista, nadie se enteraría de esto. ¡Qué vergüenza!
Chile no necesita este tipo de noticias. Tenemos problemas reales y aquí están hablando de una americana con un actor italiano. ¡Qué pérdida de tiempo!
Es increíble cómo el apoyo emocional puede cambiar el rumbo de una vida. Venus lleva años luchando contra el tiempo, las lesiones y las expectativas. Que alguien la vea, la escuche y la anime sin exigirle nada a cambio… eso es raro y hermoso.
La verdadera victoria no fue el partido, fue haber decidido seguir. Y eso, nadie lo veía venir.
Me encanta cómo esto mezcla lo deportivo con lo humano. Venus representa esa eternidad del espíritu competitivo, y Andrea… bueno, él representa la quietud que permite que ese espíritu no se queme.
Es como un taoísta en una pista de tenis. No necesita estar allí para estar presente.
La civilización occidental olvida que el amor no siempre grita. A veces solo susurra, y eso es lo que la mantuvo en pie.
👏
Esto es lo que el deporte debería ser: no un espectáculo de egos, sino una historia de superación con alguien que te recuerda por qué empezaste.
Andrea no tiene que ser famoso, ni aparecer en redes, ni hacer campañas. Solo tuvo que estar ahí, en silencio, cuando ella no tenía fuerzas para seguir. Eso es más valiente que cualquier título.
Respeto absoluto.
Claro, porque nada dice ‘elegancia’ como una mujer de 45 comprometida con un modelo italiano que probablemente se ganó la vida haciendo fotos en ropa interior.
Qué romanticismo tan cursi. ¿Y si en vez de enamorarse hubiera invertido en un buen fisioterapeuta? Pero no, mejor la historia de amor de Hollywood, que es lo que todos quieren ver.
Qué triste que el deporte ya no sea deporte.
Andrea Preti? Ese es el tipo que hizo ese anuncio de pasta en 2018? jajaja, no me digas que la Venus se enamoro de un actor de telebasura. Y encima no vio un partido? jajaja, que chiste. El tenis es cosa de gente seria, no de actores que se maquillan para fotos.
Me conmovió. No por la fama, ni por el anillo, sino por lo que no se dice: que alguien la vio cuando ya nadie más la miraba.
Es raro que una mujer de su edad, con su historia, todavía pueda sorprender así. No es un final feliz. Es un nuevo principio.
Escuchen, esto va más allá del tenis. Esto es una metáfora de la resiliencia humana. Venus representa la fuerza de las mujeres que no se rinden, y Andrea representa la quietud necesaria para que esa fuerza no se disipe.
En la cultura occidental, todo tiene que ser ruidoso, visible, viral. Pero aquí, el amor no está en los titulares, está en las noches sin dormir, en los mensajes de texto a las 3 a.m., en los silencios que dicen más que mil discursos.
Este no es un compromiso de novios. Es un pacto de supervivencia.
Y sí, no necesitamos más títulos. Necesitamos más historias como esta.
Si alguien te dice que no puedes, lo ignoras. Si alguien te dice que sí puedes… y lo dice con calma, sin exigirte nada, ahí es cuando realmente crees.
Andrea no es su manager, su fan, su promotor. Es su ancla. Y eso, en el deporte de élite, es más raro que un triple ace en polvo.
Les recomiendo a todos los jóvenes atletas: busquen a alguien así. No a alguien que los grite, sino a alguien que los sostenga.
Me encanta que no haya desfiles de paparazzi ni posts de Instagram. Que el amor de ellos sea privado, pero su impacto, público.
La verdadera grandeza no se mide en trofeos, sino en cómo cambias la vida de alguien sin pretenderlo.
Les deseo lo mejor. Sin ruido, sin presión. Solo paz.
¿Alguien más sospecha que esto es un plan de marketing de la ATP para vender más entradas? ¿O que Andrea es un agente disfrazado de actor? Porque no hay forma de que un tipo que nunca vio un partido de tenis se convierta en el ‘pilar’ de una leyenda… a menos que alguien le pagara una fortuna.
Y ese anillo? Seguro es de imitación. ¿Venus Williams comprando joyas de tiendas de aeropuerto? Jajaja, no me hagan reír.
Lo que dice la historia es simple: el amor no necesita escenarios. Solo necesita presencia.
Y Venus, después de todo lo que pasó, merecía alguien que no la mirara como una leyenda, sino como una mujer.
Esto no es una noticia de deportes. Es una lección de humanidad.
Interesante que el actor nunca haya ido a un partido. ¿Eso significa que su apoyo fue solo emocional, sin conexión con el mundo de ella? ¿O que él realmente no entendía el tenis, pero entendía a ella?
Creo que esto último es lo más poderoso.
Yo no se si es un compromiso real o si es algo que se hizo para darle más impacto a su regreso... pero si es real, que bonito. A veces lo que necesitamos no es un grito de aliento, sino un abrazo en silencio. Y eso parece que lo tiene.
¡Otra vez los gringos con sus historias de amor que no tienen nada que ver con nosotros! ¿Y qué pasa con los héroes chilenos? ¿Nadie se acuerda de los que luchan aquí? ¡Esto es colonialismo cultural!