Marcela Cubillos y su polémico salario en la Universidad San Sebastián
Marcela Cubillos, conocida candidata independiente a la alcaldía de Las Condes, ha estado en el ojo del huracán tras destaparse que percibía un salario mensual de 17 millones de pesos chilenos mientras trabajaba para la Universidad San Sebastián (USS). La polémica salió a la luz después de que el medio de comunicación *El Mostrador* publicara un informe detallando los pormenores de su contrato con la universidad, contrato que incluso se mantenía vigente aunque ella residiera desde Madrid, España.
Críticas y defensa de su salario
Las críticas no tardaron en llegar, especialmente desde sectores de izquierda, quienes cuestionaron la moralidad y justificación de un salario tan elevado en el ámbito de la educación superior privada. Sin embargo, Cubillos ha salido al paso de estas críticas de manera enérgica, defendiendo su derecho a trabajar en el sector privado y argumentando que sus competencias y experiencia justifican plenamente su remuneración.
Cubillos, ex ministra de Educación, ha subrayado que está amparada por leyes laborales que le permiten ejercer sus funciones desde cualquier ubicación, además de destacar que ha cumplido con todas las obligaciones tributarias correspondientes. Esta defensa se centra en el argumento de que el mercado y las leyes deben regular los salarios en el sector privado, y no las opiniones ideológicas.
Denuncia formal y dimensiones legales
La polémica no quedó solo en el plano mediático, ya que el abogado Luis Mariano Rendón presentó una denuncia ante la Superintendencia de Educación Superior. Rendón argumenta que el contrato de Cubillos podría estar en contra de las normativas educativas, puesto que no estaba registrada en el sistema nacional de investigadores a pesar de que su contrato estipulaba la realización de tareas de docencia e investigación.
Sobre este punto, Cubillos ha aclarado que cesó sus labores en la universidad al iniciar su campaña como candidata, y reafirma que durante su tiempo en la USS cumplió con todas sus obligaciones, tanto laborales como fiscales.
El debate sobre los salarios en el sector de la educación
Este caso ha reabierto un debate acerca de la regulación de los salarios en el sector de la educación, especialmente en las instituciones privadas. Para algunos, figuras con amplia trayectoria y conocimiento, como Cubillos, merecen ser bien remuneradas por su contribución al campo académico y administrativo de una universidad. No obstante, otros consideran que los salarios exorbitantes en el ámbito educativo no son éticos, especialmente cuando se comparan con los bajos ingresos de muchos profesores y trabajadores del sector.
Esta polémica también toca temas más profundos, como la equidad en la distribución de la riqueza y la meritocracia en las instituciones privadas. ¿Es justo que ciertos profesionales cobren salarios tan altos en contraste con la mayoría? Y, ¿hasta qué punto el éxito y la experiencia justifican esa remuneración?
La transición de la academia a la política
El paso de Cubillos del ámbito académico a la política no es un caso aislado. A lo largo de la historia, hemos visto como académicos y profesionales de distintas áreas han hecho esta transición, llevándose consigo el bagaje y la experiencia acumulada. Esta práctica, sin embargo, también genera preguntas sobre los conflictos de interés y la influencia que pueden tener estos cambios de sector en la toma de decisiones políticas.
Como ex ministra de Educación, los críticos también se preguntan si su rol previo en el sector público influenció o estableció ventajas futuras en el ámbito privado. No obstante, Cubillos argumenta que, al igual que cualquier otro ciudadano, tiene el derecho de trabajar y ser remunerada adecuadamente por sus servicios, siempre y cuando estas actividades sean llevadas a cabo dentro del marco legal.
Implicaciones para el futuro
La controversia alrededor del caso de Marcela Cubillos no sólo afecta a su candidatura en Las Condes, sino que también podría tener repercusiones más amplias para las políticas de remuneración en el sector educativo privado. Las denuncias administrativas y los debates públicos pueden servir como catalizadores para revisar y, posiblemente, ajustar las regulaciones y prácticas dentro del sector.
Además, este tipo de casos ponen de manifiesto las tensiones existentes entre las diferentes ideologías políticas al abordar temas tan sensibles como los salarios en el ámbito académico y la conexión entre el sector público y privado. Es probable que en los próximos meses veamos más discusiones y quizás hasta reformas que busquen equilibrar estas desigualdades.
Conclusión
El debate en torno al salario millonario de Marcela Cubillos en la Universidad San Sebastián es un reflejo de las profundas divisiones ideológicas y éticas en la sociedad chilena. Al defender su salario y criticar a sus detractores de izquierda, Cubillos pone sobre la mesa cuestiones de gran relevancia que tocan aspectos de justicia, legalidad y moralidad en el ámbito laboral y educativo. Será interesante ver cómo se desarrollan los acontecimientos y si esta controversia llevará a cambios significativos en las políticas educativas y laborales de Chile.
Este caso servirá de referencia para futuras discusiones, no solo en Chile sino también en otros países donde la relación entre el sector privado y el público sigue siendo un tema de constante debate. Por ahora, lo que es claro es que Marcela Cubillos no se queda callada y está dispuesta a defender su posición a pesar del fuerte escrutinio público.
Comentarios
La verdad es que si cumplió con su trabajo y pagó impuestos, ¿qué pasa? En el sector privado se paga por resultados, no por ideología. Si ella aportó valor, que la paguen. No es culpa suya que otros ganen menos.
El problema no es ella, es el sistema que permite que profesores públicos ganen 500 mil pesos mientras académicos privados pueden cobrar lo que el mercado decida. Eso sí que es injusto.
Entiendo el enojo de muchos, pero hay que verlo con calma. Ella no robó, no evadió impuestos, y trabajó desde el extranjero con un contrato legal. Si el mercado chileno valora su experiencia en ese monto, ¿quién soy yo para juzgarlo? Lo que sí me preocupa es que esto se use como arma política en vez de abrir un debate serio sobre salarios en educación.
Claro, claro... 'cumplió con sus obligaciones'. Y yo soy el rey de España. ¿Alguien más se da cuenta de que esta mujer tiene un contrato de 17 millones mientras las universidades públicas se caen a pedazos y los profesores no pueden pagar el pasaje del metro? Esto no es legal, es un fraude estructural. La USS está lavando dinero político con fondos de matrículas. Y la Superintendencia? Callada como siempre. ¿Coincidencia? No. Es el sistema.
17 millonessss?? jajaja q locura pero ojo q ella no es la unica q esta cobrando en el extranjero mientras el pais se derrumba... ahi hay una red de ex ministros q se volvieron consultores de lujo y nadie dice nada... pero si alguien critica se arma el escandalo... como si fuera un delito ser inteligente y tener experiencia... pobreza moral de los que gritan mas
Esto no es sobre salarios. Esto es sobre poder. Es sobre cómo una élite que pasó por el Estado, con acceso a información, redes y privilegios, se traslada al sector privado y se enriquece con lo que aprendió gratis. No es meritocracia. Es captura del sistema. Y ustedes se quejan porque ella no se disculpa? No se disculpa porque no cree que haya hecho nada malo. Porque cree que el poder es suyo por derecho. Y eso es lo más peligroso de todo.
El debate sobre la remuneración en el sector educativo privado es complejo y requiere un análisis técnico, no emocional. Las universidades privadas operan bajo principios de libre mercado, y los contratos son acuerdos civiles. Sin embargo, la percepción pública de injusticia social es real y debe ser abordada con transparencia y regulaciones claras, no con ataques personales.
O sea, se pone a hablar de ética y moralidad cuando ella se fue a vivir a Madrid y sigue cobrando 17 millones? Pero qué chistoso, yo trabajo desde mi casa y me pagan menos que un empleado de McDonald’s, pero no me quejo porque no soy una ex ministra con un perfil de LinkedIn que parece una obra de teatro. La verdad es que es una hipócrita que usa el discurso de libertad individual para justificar lo que es pura codicia, y encima se cree que tiene derecho a decirle a la gente que se calle porque ella es la que tiene la experiencia. No, señora, la experiencia no da derecho a vivir como una reina mientras el resto se muere de hambre en la fila del banco.
17M?? 😱💸 Ya me imagino su desayuno: café con leche de cabra orgánica, croissant de trufa, y una discusión con su asistente sobre si el yuzu es más noble que el limón. Mientras yo me peleo con el SII por 200 mil pesos de reembolso de internet. La vida es injusta, pero al menos ella no se disculpa. 👏👏👏
El salario no es el problema. El problema es que una mujer con experiencia en educación pública recibe un trato distinto al de sus pares masculinos cuando cuestionan su legitimidad. Esto no es solo sobre dinero, es sobre género, poder y quién tiene derecho a ser escuchada. Ella no pidió esto. Pero sí tiene derecho a defenderse.